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Tigre, Buenos Aires, Argentina
Daniela Plaza y Alejandro Demarco

martes, 29 de noviembre de 2011

Vacaciones en Vacaciones


Llegando a la ciudad de San Rafael, corazón de la provincia. Nos esperaba un descanso en casi un mes y medio de ruta y de viajar, todo esto iba ser posible si encontrábamos a un conocido en la capital Sanrafaelina. Nuestro anfitrión fue Damian, un hombre muy amable y con un trabajo que en Mendoza es muy común que es trabajar con las uvas para hacer vino y todos sus derivados. Nos prestó su finca para que descansáramos, donde estuvimos una semana. Así que aprovechamos a lavar, acomodar el auto y nuestras cosas, además de seguir con nuestro campeonato interno de chin chon y escoba del 15. Después de sentirnos como en casa al poder dormir en una cama de verdad y usar una heladera nos propusimos a recorrer las principales atracciones que no pudimos hacer en el 2009 en unas cortas vacaciones de una semana.

El Dique Los Reyunos, El Tigre y Galileo Vitale, y Villa 25 de Mayo, fueron nuestros destinos. Al otro día fuimos hasta Valle Grande, costeando el Río Atuel, con bastante tránsito de gomones haciendo rafting, kayaks y deslizadores. Pasamos la tarde en un camping aprovechando el buen clima que nos tocó.








Entrando a Cuyo

Desde Chos Malal hasta Malargüe nos separaban solamente 300km de ruta, que no parecía tan largo y cansador, salvo por un detalle: su estado. Hasta Ranquil del Norte, en Mendoza, todo bárbaro, pero el resto, pasando por Bardas Blancas y hasta 18km antes de entrar en la ciudad fueron interminables, de ripio feo y de asfalto peor que el ripio, sumado a que gran parte del trayecto está en reparación y hay varios desvíos. Lo que mas nos llamo la atención fueron los carteles verdes de vialidad que tenian escrito con aerosol la frase *(nombre del intendente) con la plata del asfalto te compraste todas las tierras del sur de Mendoza*

Finalmente, al llegar a Malargüe nos enteramos que era feriado ya que el departamento cumplía 61 años, y lo festejaban en la plaza principal, recorriendo la feria artesanal y con algunos espectáculos, y en el centro tradicionalista con jineteadas.

Algo que teníamos pendiente hacía varios kilómetros era conseguir una cubierta de ocasión porque el ripio había dejado sin caucho a una de las traseras.

Una vez resuelto, como ya conocíamos la ciudad y los atractivos más cercanos, y los que nos quedaban pendientes no estaban a nuestro alcance por tiempo y dinero, decidimos pasar la noche allí y al día siguiente continuar a San Rafael.



lunes, 28 de noviembre de 2011

Resumen hasta la fecha

Resumen del viaje en un pequeño video improvisado, cuando la tengamos mas clara con el movie maker vamos a ponerle mas onda.

domingo, 20 de noviembre de 2011

A iluminarte


Realmente es muy lindo ver el paisaje como va cambiando, al ir apareciendo las araucarias y pehuenes que tanto resaltan sobre la margen del río Aluminé. Después de un serruchado camino de ripio llegamos al pueblo, donde decidimos descansar en la YPF tras de una rica cena al reparo de la lluvia, ya que se anunciaban tormentas eléctricas. Ya listos para continuar, al otro día nos dirigimos a Villa Pehuenia a 60 km, desayunando al costado del río. Alcanzamos a recorrer sólo lo principal de la localidad, ya que la tormenta nos venía siguiendo. Por otro pintoresco camino llegamos al asfalto nuevamente en Pino Hachado, a sólo metros de la frontera con Chile. Seguimos hasta Chos Malal donde hicimos noche en una estación de servicio, después de un arduo trayecto de varios kilómetros.











Realidad hecha cenizas


La incertidumbre que veníamos teniendo desde antes de llegar a Bariloche era cómo las cenizas habían afectado la zona y su estado actual, después de casi 6 meses de haberse reactivado el volcán chileno Puyehue emitiendo cenizas y arena volcánica.

En Bariloche más que cenizas encontramos arena volcánica, pero más que nada en Circuito Chico, en lugares naturales. La ciudad en sí está muy limpia y cuidada. Para sacarnos parte de la duda, en Información Turística consultamos sí valía la pena visitar Villa La Angostura, a lo que nos respondieron que si queríamos ver la realidad de la situación, que fuéramos. Eso mismo hicimos, y es realmente triste ver como está todo tan apagado y gris, con un cielo que quiere que el sol asome, pero las cenizas ganan la pulseada, al menos la mayor parte del día.

Las caminatas para realizar se ven dificultadas, ya que las cenizas han tapado escaleras y caminos. Nuestra intención era visitar el Parque Nacional Arrayanes caminando 12 km desde la ciudad, pero está inhabilitado el acceso y sólo se puede llegar en embarcaciones, que nuevamente quedan fuera de nuestro alcance. Nos limitamos a llegar a un mirador del brazo norte del lago, prácticamente imposible por las cenizas. Así que pegamos la vuelta para aprovechar el día lindo que teníamos en San Martín, tomando unos mates en la playa y viendo el atardecer.

Al día siguiente, nos levantamos y fuimos a desayunar a otro lugar precioso, sobre la costa del Lago Lolog a unos 12 km de la ciudad donde chinchon mediante, decidimos seguir hacia Aluminé.











sábado, 19 de noviembre de 2011

Como salido de un cuento


Amaneciendo a orillas del Lago Mascardi y sin desayunar nos fuimos para el pueblo vecino de Villa Los Coihues. Cuidad pequeña de por sí y muy tranquila por estar a orillas del Lago Gutierrez, sólo paramos para sacar algunas fotografías y emprender el recorrido hacia el Cerro Catedral, más conocido como el centro de esquí más importante del país. Al llegar parecía más una ciudad abandonada por no ser temporada, ya que además de aprovechar la nieve en invierno, en verano se realizan varias actividades de aventura como trekking, escalada y rappel, entre otras.

El camino más directo para seguir hacia el norte es ir a Villa La Angostura y desde allí hacer el camino de los 7 lagos hasta San Martín de los Andes. Pero al mirar hacia la costa del Lago Nahuel Huapi nos encontramos con que la visibilidad era prácticamente nula para la Villa, por lo que decidimos ir directo a San Martín pasando por Confluencia y desviarnos hasta Junín de los Andes, ciudad vecina a nuestro destino.

Al llegar quedamos muy impactados por la belleza del lugar, de su ubicación frente al Lago Lácar y de la ciudad en sí. Al día siguiente, viendo que el clima estaba de nuestro lado, emprendimos el camino hacia los 7 lagos de 110 km de extensión, llegando finalmente a Villa La Angostura. A medida que avanzábamos, las cenizas iban cubriendo el cielo y a su vez nos sentíamos como si estuviéramos en invierno, ya que también cubrieron árboles, troncos y pasto casi como lo hace la nieve.










Tronador negro

Aprovechando nuestro último día en Bariló nos fuimos hacia el sur de la ciudad para visitar el Parque Nacional Nahuel Huapi área Villa Mascardi. Aquí pudimos disfrutar otras maravillas que nos regala esta Argentina que tan hermosa es: el Cerro Tronador, la Cascada de los Alerces, el Río Manso, el Ventisquero Negro y muchas actividades para disfrutar el día.

El parque tiene la particularidad de tener horarios de circulación para ingresar al cerro Tronador haciendo así un camino de ida por la mañana y la vuelta por la tarde, al igual que la cascada.

Ya en la base del cerro pudimos apreciar el famoso Ventisquero Negro, el cual recibe ese nombre por ser un glaciar oscuro que, al desprenderse trozos, arrastra tierra y sedimentos, dejando un manto negro por encima, lo cual pudimos apreciar desde un fascinante mirador.

Esperando que se hiciera la hora de la salida aprovechamos para almorzar y luego continuar el circuito para Cascada de Los Alerces. Nuestra idea era pasar la noche en un camping, pero no pudo ser porque al preguntar el valor del mismo nos tuvimos que retirar por tener precios muy absurdos al no ser temporada y ofrecer servicios básicos, y además no estar al alcance de nuestros bolsillos, así que no tuvimos más opción que recorrer las atracciones principales del parque en el día y salir del mismo casi cayendo el sol para hacer noche en una estación rutera.








DIA A DIA

La Realidad de la calle



Ya llevamos un mes de viaje, todo un mes desde que salimos de casa y todo parece marchar de lo más lindo, pero siempre hay que estar mirando para todos los lados más si estas muy lejos de casa. Paseando por la ciudad tan bella de Bariloche nos llevamos nuestro primer disgusto. Todo pasó al volver de la Catedral de la ciudad después de haber dejado el auto a pocos metros de la misma, cuando al regresar no todo estaba como lo habíamos dejado: el vidrio de la puerta del acompañante estaba con un lindo agujero y al parecer no había caído ningún cometa ni satélite del espacio. La primer deducción que sacamos fue

al ver que el GPS dejó de ser parte del auto para tener un nuevo dueño llamado malviviente o chorro que se quedó con él. Por suerte fue eso nomás por que teníamos cosas más valiosas dentro del auto que a veces el dinero no compra.

Sin mas remedio, hicimos lo que el sentido común llama a hacer, que es realizar la denuncia policial correspondiente para después presentarla en el seguro.

Con el auto todo lleno de pequeños cristales en su interior y ya caye

ndo el sol tuvimos que recurrir a algunos llamados para pedir un alojamiento para esa noche así como para el auto. Nos contactamos con un amigo que conocimos en El Bolsón que nos había dado su número por cualquier cosa y que nos había dicho que tenía un amigo dueño de un hostel en pleno corazón Barilochense. Gracias a la ayuda de Ricardo y su cómplice pudimos pasar la noche bañados y durmiendo en camas después de tanto tiempo.Al otro día mandamos a colocar el cristal y así olvidarnos de lo ocurrido hasta nuevo aviso.

Con las horas de luz que nos quedaban, decidimos recorrer la ciudad. Por un rato volvimos a ser niños al tirarnos por el tobogán gigante del Cerro Viejo, a sól

o cuadras del centro cívico. También aprovechamos para concretar una idea que teníamos hacía unos días: nuestras remeras oficiales del viaje.







Naturaleza que te llama


El recorrido más clásico de Bariloche es Circuito Chico, así que hacia allá fuimos. Siguiendola Av. Bustillo que bordea el Lago Nahuel Huapi, llegamos al famoso Hotel Llao Llao, desde donde se tiene una vista espectacular de Puerto Pañuelo, la Capilla de San Eduardo y el lago Moreno. Entramos en la Reserva Natural Llao Llao, donde después de caminar unos minutos, llegamos a Lago Escondido. Siguiendo el recorrido, paramos en Arroyo López, donde la tradición dice que si tomas agua del mismo, volves a Bariloche. Por último, visitamos Colonia Suiza, pueblo histórico, que conserva su sencillez y estilo, con su feria artesanal y la preparación semanal del curanto, típica comida chilena que con los años se adecuó a los gustos argentinos.









La BariCaja


Contentos ya con auxilio reparado nos dirigimos en medio de una leve tormenta hacia la famosa ciudad tan conocida como el retiro estudiantil que es San Carlos de Bariloche. Sólo nos separaban 139km de El Bolsón, que no demoramos más de dos horas por un camino de asfalto en dificultad baja. Entre nubes y vientos de cenizas le dimos vueltas al Centro Cívico y un par de cuadras bastaron para saber que empezaba más que un problema con el auto, ya que nos dimos cuenta que la caja de cambios había quedado trabada en primera marcha y no se movía de ahí. A pocos metros paramos en una estación de servicio para ver que problema teníamos. Con la ayuda de playeros y alguno que otro que se acercaba no pudimos resolver el inconveniente y todos daban un terrible diagnóstico, que era ruptura de caja, lo que implicaba plata y caer en manos desconocidas.

Después de 20 minutos, mates de por medio y la cabeza un poco mas fría, Daniela decidió llamar al padre en Buenos Aires y así empezar una cadena telefónica que terminó en un diagnóstico bajo una fosa. Gracias al padre que a su vez llamó a Germán, que a su vez llamo a un amigo, Daniel, que nos vino a buscar y nos llevó a un mecánico, Andrés, que pudo solucionar el problema con solo un par de mazazos y lubricación, y pudimos salir contentos del taller como si nada hubiera pasado.


sábado, 12 de noviembre de 2011

Bolsonazo

Nuestro próximo destino era El Bolsón en la provincia de Río Negro. El clima no acompañó mucho ya que estuvo lloviznando por momentos y con un poco de viento. También nos encontramos con que era el día del trabajador municipal, por lo que la oficina de turismo no estaba abierta, pero igualmente tratamos de recorrer lo que pudimos, además de gomerías.

En la última que visitamos nos atendió Andrea, oriunda de Ramos Mejía, que vive aquí hace un par de años. Encantada con nuestro viaje, nos ofreció volver al día siguiente para ver unos neumáticos usados de ella que podrían servirnos. Andrea nos presentó a Daniela de la YPF donde pudimos bañarnos y pasar la noche.

Para aprovechar la tarde decidimos conocer el Cerro Piltriquitrón, donde está el Bosque Tallado y desde donde según nos dijeron se obtiene una hermosa vista de la Ciudad. Hicimos dos de los diez kilómetros que nos separaban, pero pegamos la vuelta por el mal estado del camino. De pasada visitamos Cabañas Micó, productora de dulces y jaleas de gran variedad de frutas finas, y antes de volver al centro fuimos hasta la base del Cerro Amigo, desde donde se realizan caminatas hasta el Mirador. Pero tampoco pudimos llegar por el mal estado y señalización de los senderos.

Al día siguiente, después de desayunar con Ricardo, oriundo de Bariloche que estaba trabajando, fuimos a la gomería. Además de conseguir lo que estábamos buscando, compartimos unos mates y una linda charla con nuestra nueva amiga.

Viendo que el día no mejoraba, decidimos seguir hasta Bariloche.






La Historia del Tren a Vapor

Amanecimos en una estación de servicio en una nueva ciudad con nuestro primer problema del auto por resolver que era conseguir un auxilio. Nuestra idea era comprar un neumático nuevos o de ocasión para no quedarnos sin nada, pero al ser domingo y estar todo cerrado no tuvimos otro remedio que continuar por la 40 hasta encontrar una solución provisoria. Así que la búsqueda continuó por los pueblos de Epuyen y El Hoyo.

Con excusa de buscar una gomería más nos desviamos 33km para llegar hasta El Maitén donde se festeja la Fiesta Nacional del Tren a Vapor y que aloja unas de las estaciones de La Trochita y punto de partida de un recorrido corto.

Llegamos a Lago Puelo listos para recorrer un nuevo espacio protegido, así que nos acercamos hasta el Parque Nacional Lago Puelo ubicado a orillas del lago homónimo. Lugar de descanso y escapadas de los habitantes de pueblos vecinos, es frecuentado sobretodo los fines de semana. Hay varias caminatas para hacer, además de actividades acuáticas como kayak, windsurfing y excursiones lacustres, que tal vez en otra oportunidad probaremos.