365 vueltas

Al día siguiente, nos propusimos llegar a la Ciudad de Mendoza pero por un camino pintoresco y con 365 curvas por delante, atravesando la reserva natural Villavicencio y llegando al hotel del mismo nombre, ese que figura en la etiqueta del agua. Estábamos en duda si el clima nos permitiría llegar, ya que las nubes estaban cerca, pero no tuvimos problemas. El camino es impresionante, vale la pena realmente recorrer los 50km de ripio que hay hasta el hotel. Caminamos por sus jardines y alrededores, tratando de obtener la famosa vista tan conocida. Desde allí, otros 50km nos separaban de la capital mendocina, a la que llegamos a media tarde para recorrerla y buscar un camping. Lo encontramos en El Challao, a 6km del centro, en un lugar muy bonito, con pileta incluida, donde

aprovechamos para darnos un chapuzón y probar nuevamente la filmadora sumergible.

Por la mañana desayunamos rápido, pileta de por medio y a salir a disfrutar el día.

Terminamos visitando el Cerro de la Gloria que tiene el famoso monumento que vemos todos los días en un billete de $ 5 Arg, pero hoy teníamos a San Martín cara a cara, y toda la capital Mendocina en una sola foto. Mas tarde el calor de la ciudad nos obligó a movernos para la capital de San Juan a sólo 157 km.